viernes, 27 de marzo de 2009

Maldita, maldita, maldita sea

En mi oficina ejercieron democracia dictatorial el día de ayer, y dictaminaron que yo sería el Real Embajador del H. Departamento de Jóvenes Saludables adscrito a la Jurisdicción I de la Secretaría de Salud de Tamaulipas.

O sea, que me toca ir a recibir al Presidente cuando venga a inaugurar no sé que cosa. Ya me contaron las historias de terror: Que si te hacen esperar horas en el sol, que si te quitan cualquier provisión que lleves, que si te pican por todas partes con el detector de metales, etcétera.

No entré a este trabajo para ir a hacerle montón al chaparro ese, pero trabajo es trabajo, por lo cual tendré que aprovechar las escasas horas que me quedan para prepararme psicológicamente. Debo emplear toda mi concentración para poder tener una oportunidad de sobrevivir esta dura prueba...



Ah! Ese perro tiene forma de bola!

2 comentarios:

protaro dijo...

le das un zape de mi parte...

jejeje

espero que traiga los zapatos limpios... por que se los tendrás que lustrar con la lengua :p

saludos

Kaiser dijo...

Cállate que yo conozco tu oscuro secreto.. derechista light xD