Actualmente me considero un escritor no tan malo. Por lo menos considero que tengo algunas ideas originales, aunque a veces mi forma de expresarlas no sea la mejor.
En un tiempo no fue así. Por lo tanto, decidí compartir aquí algunos de mis más terribles (y ahora jocosos) intentos.
De los quince a los dieciocho años escribí una serie de "fanfictions" que en realidad no calificaban como tales, puesto que la mayoría de los personajes, eventos, y lugares eran de mi invención.
La historia en cuestión (se suponía que sería una trilogía, pero se quedó justo antes del final de la segunda parte) se llamaba Neo-Force. Era una historia de fantasía de lo más cliché que pudieran imaginarse. Tenía todos los elementos:
- Equipo de superhéroes con su propio vehículo, cuartel general y mascota;
- Integrantes con poderes de sombra, fuego, aire, agua, y hielo;
- Archienemigo que resulta estar usando el cuerpo del hermano del protagonista, que mató a sus padres, y que es derrotado en la primera parte, pero vuelve para la secuela;
- Pésima calidad argumental, y de desarrollo de personajes.
Esta historia jamás pasó de ser mediocre en su mejor momento. Sin embargo, al recordarla me doy cuenta de que he crecido, por lo menos al nivel de poder darme cuenta de esos errores. Esta historia, chafota, mal escrita, y mal desarrollada, me llevó a donde estoy ahora, por lo cual hay guiños a ella en muchas de mis historias actuales.
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