miércoles, 26 de mayo de 2010

Ciencia, ficción, y ciencia ficción.

Leí un artículo de una revista seudo-científica, donde se pretendía (en un tono bastante mamila) "desmentir" lo que se mostraba en los cómics de superhéroes, arguyendo que no era posible científicamente.

 Lector de cómics antes de ser iluminado por dicho artículo.

Los ejemplos que más se me quedaron en la mente fueron los de Superman y Hulk.

Según esto, Superman no puede volar. Esto porque necesitaría alcanzar una enorme velocidad antes de despegar y sólo se podría mantener seis segundos en el aire. Creo que es bastante torpe intentar comprender a un nativo del planeta Krypton con nuestros mundana aeronáutica terrestre.

 Superman desviando comentarios de científicos mamilas.

Por qué para volar forzozamente debe seguir nuestras reglas y funcionar como un jet? Tal vez genera un impulso invisible que lo mantiene en el aire. O altera su densidad y se vuelve más ligero que el aire. O manipula las leyes de gravedad que nos rigen a nosotros. Tal vez su fuerza le permite dar saltos de longitud y altura gigantescos, y puede cambiar de dirección manipulando las partículas en la atmósfera.

Hablando de superfuerza, lo siguiente es el ejemplo de Hulk.

"Para soportar el peso de dicha musculatura, sus piernas deberían ser tres veces más anchas", dijo el experto con un tono digno de Galaviz Yeverino.



A ver, díselo en su cara.

Un elefante se sostiene sobre sus cuatro patas. Un tiranosaurio solamente tenía dos. El peso es relativo al tener puntos de apoyo distribuidos de manera eficiente. De igual manera, los músculos internos de Hulk bien podrían endurecerse para soportar enormes pesos, de igual manera que los cimientos y varillas de acero soportan el peso de un edificio.

La cereza del pastel del artículo vino cuando se argumentó que ninguno de los dos superhéroes podría tener relaciones sexuales. Al parecer la superfuerza de ambos seres causaría estragos en las mujeres.


Pero dejan de tirarles la onda? Nooo...

Basura. Si alguien es capaz de agarrar un gato para bajarlo de un árbol sin estrangular al animal, entonces puede controlar su fuerza.

Es por esto que este género se llama fantasía y ciencia ficción. No es un tratado sobre la física en relación con actividades superhumanas. Y si lo fuera, que aburrida sería la vida!

lunes, 24 de mayo de 2010

Algo extraño y místico...?

Se acuerdan de la entrada anterior, donde me quejé de la vieja loca que golpeó mi carro y lastimó mi autoestima?

Pues me acaban de hacer una oferta. El vigilante del estacionamiento de mi oficina, que se dedica a pintar y reparar carros, me dijo que recién pintó un carro igual al mio y le sobró mucha pintura del mismo color, así que se ofreció a dejar mi carro como nuevo a buen precio.


Decencia, a dónde te fuiste?

Hace dos días le pegaron a mi carro. Ya ni se le nota nada porque ya está muy viejo y fregado, pero es mío e intento cuidarlo bien. Pero este evento no habría sido lo bastante importante como para importunar a mis dos lectores, de no haber sido por la actitud de la "señora" (los adjetivos alternativos que se me ocurren para calificarla harían este blog no apto para niños) que me pegó.

Para empezar, ella tuvo la culpa: Yo estaba estacionado y sacando mis cosas, y ella echó en reversa su camioneta y me pegó. El impacto no le hizo nada a mi carro, pues creo que ya de tanto golpe desarrolló inmunidad a eso.

La persona al volante era una mujer entrada en años, mal vestida, desaseada, y con una expresión de prepotencia que no podía con ella. En un despliegue de sangre fría (mentira) procedió a bajarse gritando y haciendo aspavientos "NO LE PASÓ NADA, NO LE PASÓ NADA"


No exagero: estaba gritando.

De haber mostrado cualquier otra actitud, yo habría reaccionado de otra manera. Pero evidentemente esta señora no podía mostrar un mínimo de humildad y decencia. No podía darme un simple perdón.

La conversación fue así:

Yo: Oiga, qué manera de echarse en reversa es esa?
Señora: NO LE PASÓ NADA, NO LE PASÓ NADA.
Yo: Pero me pudo haber lastimado, pudo haberle hecho daño a mi carro o al suyo.
Señora: PERO NO LE PASÓ NADA, YA.





La tipa procedió a subirse a su camioneta, y yo le pedí perdón silenciosamente a su vehículo antes de darle una patada que abolló su defensa.

Señora: A ESO VIENES A LA UNIVERSIDAD?

Yo: Ah, quiere otro?

Ni lento ni perezoso, patee su defensa una vez más, rompiendo fácilmente el plástico superior.

Señora: A ESO VIENES A LA UNIVERSIDAD, A PEGARLE A LOS CARROS DE LA GENTE?

Yo:















Yo: (derroche de elocuencia) Ya lárguese.

Señora: TU PINCHE CARRO ES AMERICANO, MEJOR SÁCALO DE LA AGENCIA, SÁCALO DE LA AGENCIA.

La tipa arranca, motivada por sus compañeras de viaje que la instan a irse. Le da vuelta a la calle para irse y se detiene del otro lado para gritarme.

Señora: SÁCALO DE LA AGENCIA, TU PINCHE CARRO AMERICANO NO VALE MADRE.




Me quedo bufando de rabia durante los primeros minutos. Qué clase de persona lastima algo que no es suyo, y no conforme con eso te insulta porque tu propiedad es de segunda mano? Donde quedó la decencia?

Finalmente, pasada la rabia, me quedo con el conocimiento de que mi carro es de segunda mano, viejo y pateado, pero mi calidad como persona es mucho más alta que la de esta mujer.

domingo, 23 de mayo de 2010

Bien por el toro

Hace poco vi en el periódico la imagen de Julio Aparicio, un torero que conoció de primera fuente el extremo afilado de la "profesión".

Con cuidado: la imagen es perturbadora.

Vivimos en un mundo donde la tortura y muerte de un ser vivo se considera entretenimiento para una alarmante cantidad de imbéciles. Me alegra que a este idiota en particular le han dado una dolorosa retribución kármica.