jueves, 30 de junio de 2011

La Confianza se Gana

Sobre todo la propia! Conversando con varias personas, me he dado cuenta del aparente malentendido sobre un concepto importante: Confianza.

Y es que este sentimiento cada vez parece tener una connotación más negativa. Al parecer confianza equivale a ser un patán gandalla, inútil, zopenco, y metrosexual. He conocido a muchos gañanes soperúpteros para darme cuenta que la realidad no es como la pintan (y el hecho de tener que darme cuenta de ello no debe ser tomado en cuenta en mi biografía).

Una vez más tomamos por cierto los estereotipos hollywoodenses que solo conocen dos sopas:


El cuate cool, popular, vivaz, galán y simpático. Admirado por los hombres, deseado por las mujeres y Christian Castro. Derrocha tanta hombría como caspa de sus grasientos cabellos. 

Éste es el heroe. Se casa con el mundo, se surte a la chica, salva a su moto y se monta en el maloso. No, momento, asi no era.

Y el looser.


El sope, al que nadie respeta, a quien le dan las sobras de la comida, en el mismo tazón que al perro. Le hacen calzón chino tan seguido que empezó a usar tanga para ahorrar tiempo. No puede enfermarse porque hasta las bacterias se burlan de él. En esencia, el perdedor es lo que lo que todos temen ser.  (Yo no porque soy chido)

Al parecer la confianza solo conoce dos colores del espectro emocional, como si fuera cómic de Mafalda. Pero según el siempre confiable internet, existimos en el mundo más de 6 mil millones de personas. Hay variedad suficiente para que hasta la tía más solterona encuentre su calcetín roto.

No debemos dejar que los estereotipos nos digan como actuar, vestir, o pensar. Se vale tener confianza en uno mismo, sin que eso te convierta en un gañán. 


Oigan, desde aquí se ve mi casa.

Puedes creer lo que desees, y que no te falte el valor para intentarlo. Ya llegaste muy lejos en tu vida, con el simple hecho de continuar viviendo en un mundo bastante lleno de miseria y violencia.

Tu vida es tan grande como tú quieres que sea. Tú eres quien decide, tus acciones verán si tu biografía se puede volver leyenda.

A fin de cuentas, el mayor crítico y el mayor admirador que uno puede tener es uno mísmo. Cómo dijo Troy McClure:


"Ten confianza, estúpido."