martes, 26 de abril de 2011

Santas Semanas, Batman

Pues antes de que se acabara el mundo, los beatos pecadores del mundo decidieron hacer un último esfuercito para no irse al averno. Claro, posiblemente podrían esforzarse un poquito más. Y es que los "festejos" de Semana Santa (que ni es semana ni santa), se me hacen una de las mayores hipocresías del mundo moderno.

Veámoslo desde el punto de vista de Dios.



Es fácil para los Megalómanos.


El mundo había caído en pecado absoluto. Esta horrenda plaga de cavernícolas cachondos (entre cuyas filas se encontraban Irma Serrano y Andrés Manuel López Obrador) fornicaban, peleaban, maldecían y a veces hasta usaban condones de piel de cabra.

Ahora, Dios estaba de un humor medio amargosito. Anteriormente ya había exterminado a los Dinosaurios cuando éstos empezaron a comerse entre sí en lugar de ofrecer a los más rechonchos como sacrificio. Dios actúo de manera madura ante tan terrible falta de respeto y los achicharró.



Algunas videocintas sobrevivieron al cataclismo.

Naturalmente, decirle a los humanos “Oigan OGTs, o se comportan o les parto su virgen maría en gajos!” estaba fuera de discusión. Y achicharrar cosas no funcionaba tan bien como los humanos, que hasta la fecha tienen la capacidad de reproducirse más rápido de lo que puedo dar pláticas de uso del condón. Era un dilema. Por supollo, Dios tuvo una brillante idea : “Pos entonces les mandaré a m’hijo para que sea buena gente, y les haga algunos milagros.”

Claro que la mayoria de los milagros que Jesus hizo resultaron bastante pinchurrientos. Multiplicar pescaditos y cambiar el agua en vino habrían resultado útiles si hubiera una crisis de alimentos, pero en esa época hasta el guey de Pedro conseguia pescar. Y comparado con algunos de sus predecesores, Jesús se quedó muy corto de milagros.


"Maldito barbón" ~ Jesús.

Asi nació una de nuestras más ilustres y agradables tradiciones. Qué mejor manera de honrar al Dios que nos dio vida, qué reproducir sopotocientas mil veces la humillación, tortura y muerte de su hijo?

Qué pensaría Jesús, que tuvo una vida tan interesante, de ver que los lerdos humanos preferimos enfocarnos en su horrenda muerte?


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