domingo, 17 de abril de 2011

Ficción

Son las seis de la tarde de un Viernes. He terminado las labores de la oficina, cumplido los mandados de la casa, y no veré a mis amigos sino hasta el día siguiente. Buen momento para escribir.

Me siento frente a la laptop y abro un documento en blanco. Al mismo tiempo saco mi cuaderno de notas y reviso los apuntes de ideas sueltas que he hecho. No puedo dejar de reír al pensar que cualquiera que lea cosas como "Vynen es un hijo bastardo" y "Rophen no hace mucho daño con su magia a organismos vivos, pero sí a objetos inanimados" pensará que no son más que delirios mariguanos. Pero en mi cabeza, son eslabones de una cadena.

Dudo por unos momentos; el ambiente está incompleto. El silencio me trae la respuesta: saco un MP3 del maletín. Tengo un poco de dificultad al elegir la canción correcta, pero finalmente encuentro una adecuada. Empiezo a escribir.


Praan - Garry Schyman .mp3
Found at bee mp3 search engine


En una ciudad cualquiera de nuestro planeta, un niño mira al cielo: Hay una repentina lluvia de estrellas fugaces, llenando el firmamento de líneas de luz. Él no lo sabe, pero cada una de ellas trae consigo una historia. Cada estrella tiene como destino un mundo, y en ese mundo se librará un conflicto.




Bajo el mismo cielo, en un planeta diferente, un caballero de armadura negra carga contra otro. Están en medio de dos ejércitos. La armadura negra refulge como ébano, mientras que su oponenta brilla como si estuviera hecho de luz.

Bajo el mismo cielo, en un planeta diferente, un joven escapa por un bosque. Lo persigue una manada de lobos que se transforman en niebla a voluntad. Los amigos del perseguido los siguen a corta distancia: una de ellos lanza a un golpe a un lobo, que desaparece en una nube de pétalos.

Bajo el mismo cielo, en un planeta diferente, una pareja de personas emerge por primera vez a la superficie tras vivir durante veinte años bajo tierra: se encuentran en un paraje desolado, bajo un cielo lleno de estrellas fugaces. No se imaginan que la causa de todo esto está en el centro de su planeta.

Bajo el mismo cielo, en un planeta diferente, una joven lee la historia secreta de su mundo, escrita con letras de luz, que aparecen cuando una gota de su sangre toca la pared de un monolito de ónice. En ella se describen las historias antes descritas, que detallan que todas son una y la misma.


Y mientras todo esto sucede, yo estoy frente a mi computadora, escribiendo la trama de estos conflictos. Hay algo mágico en escribir estas historias.

Soy un creador, o un cronista?

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