"El amor de mis padres no me comprará un Wii!"
Este relato acerca de darles cachetadas con guante blanco a padres inútiles ha inspirado a toda una legión de imitadores. No todos pueden deslizarse por la chimenea... y de hecho algunas casas no tienen chimenea. Pero no dejan que eso los detenga.
Cada año, cientos de miles de niños pedinches esperan con ansia la visita del panzón vestido de rojo.
No hay pedofilia en esta escena. Nadita. Naranjas.
Es por este motivo que mi obligación con la verdad es tan triste. Debo decir la cruel realidad. Quizás deban empezar a llorar para ahorrar tiempo.
Todos esos Santa Closes son falsos.
Lloren ahora.
PORQUE EL ÚNICO VERDADERO ES EL QUE SE PONÍA EN LA FARMACIA BENAVIDES A CUATRO CUADRAS DE MI CASA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario