Este trabajo me ha hecho darme cuenta de que una de las experiencias más fascinantes que se puede experimentar al crear ficción es crear mitología. No hablo de superhéroes o magos, hablo de dioses, realidades alternativas, conflictos de tal magnitud que trascienden dimensiones y eras.
Ayuda a esto el hecho de haber leído recientemente clásicos de la ficción a gran escala como las Crónicas de Belgarath, Earth-X, o Crisis en las Tierras Infinitas. Son historias donde los acontecimientos superan lo épico.
Mi escena favorita de Earth-X.
Al pie de los gigantes se encuentra la ciudad de Nueva York.
No puedo evitar sentirme un poco pretencioso al escribir sobre un planeta extinto, su última esperanza corrompida y convertida en máquinas devoradoras de planetas, cuyos mensajeros llegan al planeta que previamente han preparado para dicho propósito. Aunque esta no es la historia principal, sino la "prehistoria" de los dioses de dicho planeta, lectores asiduos de cómics notarán de inmediato las influencias de Krypton, Galactus, y los Celestials.
En mi historia se incluyen muchas más. No puedo evitarlo: Estas historias han quedado para siempre grabadas en mi mente, desde que empecé a leer aquellas historias fantásticas cuando era un niño.
Confío en poder realizar una historia digna de estos conceptos tan enormes. Aunque al darme cuenta de que entre las escenas finales están cosas como "uno de los personajes atraviesa el corazón de un gigante de diez kilómetros de altura", "un ejército cae desde las nubes en medio de una lluvia de relámpagos" y "los protagonistas activan a un titán de piedra, más grande que una montaña, para salir al espacio e invadir un meteoro viviente", creo que estoy tratando con algo grande...
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