Reporte desde la trinchera

Hoy me tocó participar en una brigada de salud en una escuela primaria, donde se había detectado un caso de influenza H1N1. Se pidió a los padres que llevaran a sus hijos a que les realizáramos análisis para detectar influenza.

Mi trabajo consistió en hacer que los asistentes se lavaran las manos con desinfectante en gel, entregar cubrebocas, y colocárselos a los niños, pues por alguna razón los papás prefieren que sus bebés traigan los cubrebocas colgando de una oreja que gastar diez segundos en colocárselos apropiadamente.

Hoy aprendí que lo difícil no es lidiar con los niños, sino con los papás. Los chamacos muy obedientemente hacían caso de todo lo que decía "el licenciado de la secretaría de salud" -o sea yo-, pero algunos papases si se pusieron bien ojeis.

"Me puede dar un cubrebocas? Y otros 10 porque tengo cuatro hijos y el lunes vuelven a clases y ya no consigo."

"A mi no me dé cubrebocas porque me ahoga y no puedo respirar." (después de que finalmente se lo puso, al salir tenía que tirarlo) "Y porqué lo tengo que tirar? Ya me lo dieron, es mío, no?"

Y mi favorito, el papá que demostró su idiotez en abonos chiquitos:

"Es que a mi nadie me avisó y no traje cubrebocas." (luego de que se le entregara) "Es que no avisaron que se iba a hacer el análisis." (luego de que se le dijera que le habían llamado a su casa) "Es que no estaba." (y luego de decirle que pasara de todas formas) "Es que no me avisaron y por eso no traje a mis hijos, pero puedo pasar yo a que me chequen?"


Asi estuvo mi día. Y pobre del que le haga mala cara a un empleado de salud en mi presencia!