viernes, 29 de mayo de 2009

Guácala.

El dia de hoy nos llevamos una sorpresa bastante desagradable en el trabajo. Y es que nos tocó ir a una escuela en un municipio un poco aislado de Tamaulipas. Fue un viaje de una hora y media, en la más o menos cómoda camioneta de la oficina, parecida a esta:



Al subir, todos notamos un olor bastante desagradable en los asientos del frente, pero no dijimos nada. Fue hasta que llegamos a la secundaria que el chofer comento sobre el olor, por lo que mi compañero Norberto abrió la guantera.

De inmediato volvió a surgir el olor, y no sólo eso, sino que también vimos que la guantera estaba manchada de algo rojo. En medio había una bolsa de Soriana. Pensando que quizás contenía comida echada a perder -la peste era inaguantable-, Norberto la abrió.

ERA UNA TOALLA SANITARIA USADA, DE UNOS QUINCE DIAS DE ANTIGUEDAD.

3 comentarios:

elbibis.blogspot.mx dijo...

Grandísima marrana atascada la mujer que haya hecho eso... inconcebible.

casacelis dijo...

Shiale!

barigog dijo...

quiero vomitar