lunes, 21 de marzo de 2011

¿Por qué mi historia es diferente?

A simple vista, mi historia sigue un cliché muy gastado, sobre todo en el primer libro: Un joven inmaduro e inocente, una búsqueda misteriosa, una conspiración en su contra, y dos razas, una con magia y otra sin ella. El joven viaja a la ciudad secreta, con un grupo de aliados que encuentra por el camino, se encuentra con su padre, y logra la tarea para la cual fue elegido: abrir la cámara donde los dioses duermen.

A lo largo del libro, descubrimos que el joven no es tan inmaduro ni mucho menos inocente, la naturaleza y el objetivo de la búsqueda son explicados bastante pronto, la conspiración está dirigida a otro fin completamente, los aliados de principio solo buscan usarlo para sus propios y egoístas fines, su padre es un borracho inútil que hace mucho dejó de ser un héroe, y los dioses están muertos.

Y ése es sólo el libro uno.

En el libro dos, la conspiración tiene éxito y desencadena una guerra entre ambas razas. Un continente entero se ve envuelto por la guerra. El libro se desarrolla alrededor de una misión particular: asesinar al líder de la oposición. Fracasan. El líder se revela como un nuevo dios, enviado para provocar un genocidio y facilitar la llegada de los nuevos dioses. Lo logra. La ciudad secreta debe dejar de serlo para acoger a los refugiados. Una epidemia es liberada y diezma a quienes usan magia. Y los nuevos dioses llegan para cultivar el planeta que “sembraron”. Por algo el libro se titula “El Día Más Cruel”.

Finalmente, el libro tres se enfoca a la guerra entre los sobrevivientes de ambas razas, pues quienes carecen de magia están convencidos (no sin razón) de que todo es culpa de los Divira. Es una lucha desesperada y cruel por la supervivencia, pues los magos unen todos sus recursos para evitar la extinción de su raza a manos de la guerra, la peste, y el apocalipsis. Fracasan.

Tal como la imagino, mi historia tiene acción, humor, y un poco de drama (pero no a niveles emos, eh?). Es un proyecto ambicioso. Confío en poder hacerle justicia a una buena idea.

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