domingo, 12 de julio de 2009

Fiestas de Quince Años: Lo Naco vestido de Elegante sigue siendo Naco

Ayer fui a una fiesta de XV años (lo escribo con números romanos porque así se lee menos naco, a juzgar por las invitaciones). Fue una de esas raras y extrañas ocasiones donde no supe ni cómo llegué ahí ni porqué me quedé hasta pasada la medianoche.

Resulta que la quinceañebria era sobrina de un compañero de trabajo de mi novia. Ni me pregunten cómo llegué ahí, solo sé que a las 10:00 p.m. estaba sentado en una mesa con una coca-cola en mi mano y con pantalones de mezclilla y camisa polo.

Esto fue un paso más allá de la situación de "fiesta a la que vas sin conocer a nadie". Y si bien siempre es divertido actuar estilo Los Cazanovias y fingir que eres conocido íntimo de la festejada, aqui no pude por dos motivos.

1.- Traía candado: La KaiserGirl.
2.- La fiesta alcanzaba niveles bizarros de naquez.

Es desagradable oír música de cantina, seguida de reggaeton. Es aún peor tener que escucharla a todo volumen. De momentos mi mente entró en pánico, creyendo que me había vuelto a meter a ver la película de "Cumbia Callera" (un error que mi delicada mente no deja de reprocharme).

Ahora imaginen lo arriba descrito en medio de una elegante quinta, con columnas, alberca y jardín, y meseros impecablemente vestidos. No embona.

Siento que anoche navegué entre los confines que separan a la humanidad del cholismo. Me siento orgulloso de decir que no me sentí atraído en absoluto por el lado cholo.

No hay comentarios: