miércoles, 5 de agosto de 2009

Fok! Nos tienen rodeados!

Los últimos meses he vivido una experiencia muy perturbadora. Un ser mezquino y vil me persigue. Y con eso no sólo me refiero a que me sigue cuando vuelvo del trabajo, como algun perrito faldero que podría patear.

No... es una entidad maligna y casi omnipotente, vuelta omnipresente por los medios de comunicación.

Mi primer contacto fue cuando estaba en la oficina, meses atrás. Alguien abrió un video de YouTube, y de inmediato las siniestras notas de esta lúgubre melodía se dejaron escuchar.



De inmediato sentí como mis fuerzas abandonaban mi cuerpo. Esta debe ser la melodía del dios de la muerte o algo así. Milagrosamente saqué fuerzas de flaqueza y conseguí salir de la oficina, argumentando que iba a comprar unas papitas.

Pero la inche canción me persiguió.

Días después, estaba yo muy tranquilo, repartiendo cubrebocas en el apocalipsis pandémico (gracias a Yeverino por sus pintorescos términos), cuando mi compañera de trabajo se sentó junto a mí, y sin previo aviso, empezó a desafinar:



La miré con ojos aterrorizados, pero la pobre estaba ya tan consumida por la siniestra música que no me hizo caso. Peor aún, sus otras dos amigas empezaron a hacerle coro, como si fueran Los Panchos, versión zombies del infierno.

Sobreviví la experiencia por pura fuerza de voluntad.

Conseguí evadir las notas del mal por un tiempo, pero que tonto fui al creer que estaba a salvo.

Una tarde estaba en casa de mis abuelos, preparándome para una boda (afortunadamente no la mía), cuando voy escuchando...



...A coro con la horrenda voz cantarina de mi abuela. Me tapé los oidos con las manos y salí corriendo del lugar, alcanzando a gritar "VOY AL OTSO!" como explicación.

Si, la inche canción me había perseguido a Monterrey y había logrado pervertir a mi abuelita. Esto ya era demasiado, es un complot en mi contra.

La enormidad de esta conspiración me golpeó como martillo empuñado por Thor esa misma noche.

Entre los servicios de la boda había un karaoke. Todos entonamos canciones. Luego le tocó turno a mi padre y a mis tíos, los más machos entre los machos. Y cual no sería mi sorpresa...



Alcancé a unirme a la rechifla que fue entonada en su contra, acompañada de gritos como "Grupo mamila!" y "Vayan a la porra!", antes de salir despavorido, corriendo y llorando del salón de eventos.

Juró que ahora, mientras escribo estas líneas, la melodía de los demonios no abandona mi mente, que nunca saldrá de esta oscuridad en la que ha entrado. Nunca más!

5 comentarios:

mxyzptlk dijo...

Fock, te entiendo, yo la DETESTO. Y eso que a ti no te toca ver también la novela.

Anónimo dijo...

Pero.. pero..

Esta taaan tierna la chicnche cancioncita..


A que en ese monento que lees tus comentarios te viene a la mente la tonadita con la voz de pito de la tipita esa..

casacelis dijo...

No la digiero muy bien pero parece pude soportar escucharla.

Salu2!

Salsa De Coliflor dijo...

¡Ja! Y tú no sabes lo que es viajar todos los días en metro e irremediablemente toparte con ese enfermo lavado de cerebro, reproducido por enviados de Satán que te quieren vender un disco de canciones "infantiles" con el tema ese incluido.

Pero soy fuerte y no caeré. >:O

Anónimo dijo...

WoW... pero que tiene? vaya esta chidita la cancion y de veras que puedo cantarla por que me la sé... y es que mi sobrina no deja de cantarla y termina por gustarte...

Jajaja... ahora entiendo muchas cosas

Si te ayuda, imagina a Danna Paola en su sepsy Foto cubierta de chocolate y crema batida cuando s ete venga a la mente la cancion

Bueno eso digo no?