lunes, 24 de noviembre de 2008

Termina una época

En junio del año 2000, un joven de quince años empacó sus pertenencias (algunos cambios de ropa, un Super Nintendo y una televisión pequeña) y se fue a vivir a la ciudad de Monterrey.

Viniendo de la pequeña Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas, el cambio fue drástico a más no poder. Todo era diferente, nuevo, emocionante. El joven pasó por muchas aventuras, creció como persona, como ser humano, y también como un profesionista.

Ocho años después, ese mismo joven intentó vivir sólo. Pero la ciudad de Monterrey había perdido su encanto. Ese lugar que antes fue un nuevo mundo, exótico, vivo y maravilloso, se había vuelto un desastre. La gente se había tornado hostil, era difícil transitar y con tanta gente se volvía imposible conseguir empleo.

Finalmente, tras obtener su título, el joven, ahora de veintitrés años, regresó a casa. Lo esperaba la misma ciudad pequeña, con poca gente, donde un recorrido de punta a punta se llevaba a cabo en diez minutos. Tiene poquitas tiendas, pero no falta nada. Tiene poca gente, pero no falta trabajo.

Mi entrenamiento ha terminado y ahora regreso a casa, para descubrir que sólo yo he cambiado, y que ahora es mi turno de entregarle a esta ciudad, chiquita y amigable, un poco de ayuda en retribución a lo que me ha dado.



P.D. Me fui con un SuperNintendo. Regreso con un PlayStation 2 y un PSP. Evolución..

No hay comentarios: