miércoles, 14 de septiembre de 2011

Nada que Celebrar?

Hay actitudes que me dan tristeza, frustración, excitación sexual o gases. El tema de esta entrada es sobre las dos primeras.

Cada año, aproximadamente durante el periodo del 10 al 20 de Septiembre, veo mi Facebook, correo electrónico, veo la repetida y mamila frase: "En México no tenemos nada que celebrar".

Aparentemente, si uno participa de manera directa o indirecta en cualquier tipo de festividad, si se atreve a poner un "Viva México" en cualquier lugar visible al publico, está apoyando al malvado imperio Televisocalderonista.



Porque, como todos sabemos, México no es más que sus políticos y narcos, verdad? 


No celebro a nuestra clase gobernante, tan corrupta y podrida. No celebro la situación político-socio-económica, que se que está del nabo. No celebro las glorificadas tradiciones de ebriedad, violencia y estupidez que afloran en estas fiestas. 

Celebro a la gente. Pero no a toda. 



Vayan a la chingada.


Celebro a la gente que se levanta a las cinco de la mañana, a tomar el camión que los llevará al primero de sus dos empleos. Celebro a la madre que acepta en su casa a su sobrina embarazada, cuyos padres han rechazado por "faltas a la moral". 

Celebro al joven que se desveló estudiando, al oficinista que me atiende, al maestro que se queda después de clases para apoyar a un alumno con dificultades, al alumno que lo escucha, al conserje que limpia mi área de trabajo, al portero que me deja pasar, a la cocinera que me sirve mi almuerzo, al bombero que entrena por si mi casa se incendia, al técnico que arregla mi laptop cuando se descompone y no puedo subir mis sandeces al Feishbuk...



Celebro a la gente trabajadora, esforzada y honesta, que constituimos (y hoy más que nunca, me siento orgulloso de formar parte de dicha esfera) el único sustento que le queda al país, ahora que todos los demás nos han defraudado.

Formo parte de la plebe? Si. Me dejo hipnotizar por la taravisión y la opinión pública de que el ciudadano responsable es el que se queja? Jamás. Podré ser un sarcástico, cínico, cruel, y certero en mis críticas. Pero jamás dejaré de celebrar el hecho de que aún se puede trabajar honestamente en un país como México.